Hace tiempo, cuando estaba en el colegio leí un texto en forma de poema que me gustó muchísimo, casualmente lo recordé en una conversación, entonces lo busqué y aquí lo comparto:
“La juventud no es un período de la vida,
sino un estado de espíritu,
una victoria del coraje sobre la timidez,
del gusto de la aventura sobre el amor a la comodidad.
Uno no se vuelve viejo, por haber vivido un gran número de años,
sino por haber desertado de un ideal.
Los años arrugan la piel pero renunciar al ideal arruga el alma.
Joven es aquel que se sorprende y se maravilla.
es el que desafía los acontecimientos
y encuentra su alegría en el juego de la vida.
Tú eres tan joven como tu confianza en ti mismo.
Tan joven como tu esperanza.
Tan viejo como tu desánimo.
Te mantendrás joven
mientras te mantengas receptivo a lo que es bello, bueno y grande.
Receptivo a los mensajes de la naturaleza, y del infinito.
Si algún día tu corazón
es mordido por el pesimismo y roído por el cinismo, pueda dios tener piedad de tu alma de viejo”.
“La juventud no es un período de la vida,
sino un estado de espíritu,
una victoria del coraje sobre la timidez,
del gusto de la aventura sobre el amor a la comodidad.
Uno no se vuelve viejo, por haber vivido un gran número de años,
sino por haber desertado de un ideal.
Los años arrugan la piel pero renunciar al ideal arruga el alma.
Joven es aquel que se sorprende y se maravilla.
es el que desafía los acontecimientos
y encuentra su alegría en el juego de la vida.
Tú eres tan joven como tu confianza en ti mismo.
Tan joven como tu esperanza.
Tan viejo como tu desánimo.
Te mantendrás joven
mientras te mantengas receptivo a lo que es bello, bueno y grande.
Receptivo a los mensajes de la naturaleza, y del infinito.
Si algún día tu corazón
es mordido por el pesimismo y roído por el cinismo, pueda dios tener piedad de tu alma de viejo”.
General Douglas Mcarthur